Pedro Duque llega puntual al parque de El Retiro, con visera y gafas de sol, por lo que cuesta reconocerlo a la primera. Quien fuera ministro con Pedro Sánchez de Ciencia, Innovación y Universidades solía vestir traje serio y corbata oficial, pero ahora trae consigo un aire más accesible, cierta contención al principio y un libro que ha publicado recientemente, Viajes espaciales (Shakelton Books), donde late el espíritu que lo convirtió en 1998 en el primer español en llegar al espacio, el primer astronauta patrio. De esto, del universo, Duque (1963) sabe más que nadie, aunque la charla derivará sobre otras estelas que pisó y que anhela menos, como la política. En su nueva publicación para niños, el astronauta responde a preguntas que en realidad nos hacemos todos, independientemente de la edad que uno peine. ¿Cuánto se tarda en llegar al espacio? ¿Cómo se mueven los astronautas por dentro de las naves espaciales? ¿Hacia dónde caes si sales al espacio? Los animales protagonistas de la colección, Perro y Gato, formulan las cuestiones que Duque resuelve como experto. Esta aventura literaria le ha costado seis meses, que no han sido fáciles, señala quien ha viajado en cohete, estudiado la ingravidez y garabateado ecuaciones sin fin. Ingeniero aeronáutico, exministro y diputado, desde diciembre de 2023, Pedro Duque es presidente de Hispasat. Y en la Feria del Libro de Madrid, escritor y firmante.. A los seis años todos los niños del mundo querían ser astronautas, pero en España estaba Franco y había mucho retraso tecnológico. Pero para mí lo más difícil fue bregar con este negocio que ahora se ha implantado entre los medios que es el fomento de la indignación. Con los viajes de ricos al espacio se pagan sueldos de ingenieros, de técnicos… No hay que tener una actitud mística con ellos
El primer astronauta español divulga en su libro el mundo que mejor conoce y que transitó con éxito.
Pedro Duque llega puntual al parque de El Retiro, con visera y gafas de sol, por lo que cuesta reconocerlo a la primera. Quien fuera ministro con Pedro Sánchez de Ciencia, Innovación y Universidades solía vestir traje serio y corbata oficial, pero ahora trae consigo un aire más accesible, cierta contención al principio y un libro que ha publicado recientemente, Viajes espaciales (Shakelton Books), donde late el espíritu que lo convirtió en 1998 en el primer español en llegar al espacio, el primer astronauta patrio. De esto, del universo, Duque (1963) sabe más que nadie, aunque la charla derivará sobre otras estelas que pisó y que anhela menos, como la política. En su nueva publicación para niños, el astronauta responde a preguntas que en realidad nos hacemos todos, independientemente de la edad que uno peine. ¿Cuánto se tarda en llegar al espacio? ¿Cómo se mueven los astronautas por dentro de las naves espaciales? ¿Hacia dónde caes si sales al espacio? Los animales protagonistas de la colección, Perro y Gato, formulan las cuestiones que Duque resuelve como experto. Esta aventura literaria le ha costado seis meses, que no han sido fáciles, señala quien ha viajado en cohete, estudiado la ingravidez y garabateado ecuaciones sin fin. Ingeniero aeronáutico, exministro y diputado, desde diciembre de 2023, Pedro Duque es presidente de Hispasat. Y en la Feria del Libro de Madrid, escritor y firmante.. Viajes espaciales pertenece a la colección Perro y gatos.CEDIDA. ¿Qué es ‘Viajes espaciales’ la segunda incursión literaria de Pedro Duque?Digamos que no cuenta un cuento. Son explicaciones de todas las cosas sobre el espacio que todo el mundo pregunta. Casi todo funciona igual en el espacio. El texto es mío. Yo planteo las preguntas y yo las respondo. He tratado de estructurarlo por temas, aunque no puedo decir que estén aquí todas. Y cada vez que hay un nuevo encuentro, con chavales y no tan chavales, surgen nuevas dudas. Esto es lo más básico, para que la gente sepa dónde está el espacio, cómo de grande es, cómo se llega. Qué hay que hacer para vivir allí, qué limitaciones hay…. Aunque dirigido a niños, veo que las contestaciones sirven también para un público adulto. En esto, somos todavía bastante neófitos todos ¿no? Esto es como todo. Cuanto tienes un texto que responde a simples,ente a preguntas que hacen los niños, también sirven como texto base a los adultos. Que en las familias sirva para que los padres tengan los conceptos claros y a los niños que no leen se les puedan explicar. No hay un diseño totalmente estructurado de para qué tiene que servir el libro. Pero lo que he visto es que a la gente adulta estas explicaciones también le valen.. A los seis años todos los niños del mundo querían ser astronautas, pero en España estaba Franco y había mucho retraso tecnológico. ¿Qué edad tenía cuando decidió que quería ser astronauta?A los seis años vi cómo alunizaban los americanos. Y como todos los niños del planeta lo estábamos viendo, pues miles de millones de niños quisimos ser astronautas. En ese momento no se podía porque estábamos con Franco. Había muchos americanos y rusos que sí llegarían. Pero los españoles no podíamos ni planteárnoslo. Estábamos atrasados, con un nivel tecnológico muy poco avanzado, no participábamos en los programas… Nuestros padres nos dijeron que eso no se podía hacer. Pero hemos ido creciendo en España y 25 años más tarde sí que se pudo. Dentro de todas las cosas tecnológicas que hemos ido desarrollando, se ve como algo estimulante e inspirador que la gente vaya al espacio, se dan cuenta de que estudiar puede tener unas consecuencias especialmente divertidas, incluso. España no ha sido uno de esos países que se gasta primero el dinero en mandar a alguien y luego vemos si se hace la industria. España lo ha hecho al revés. Primero, durante un cuarto de siglo se ha desarrollado la industria y luego se ha presentado la oportunidad de, además, mandar gente al espacio. De eso tenemos que estar orgullosos.. Duque ojea su libro ‘Viajes espaciales’.CEDIDA. En los años 60 los niños querían ser astronautas y las niñas azafatas, que era otra manera de volar. Eso ha cambiado bastante en este siglo, ¿verdad?Mucho, mucho, no. Desde luego, cuando yo estudiaba aeronáutica, el porcentaje de mujeres estudiantes en esto era mucho más bajo que ahora. Per tengo números actuales, que he sido ministro de Universidades y los conozco, y en las carreras de ingeniería nos falta mucho por hacer allí. El que haya un 25% de mujeres entrando en estas carreras se considera ya un éxito. Es decir, estamos perdiendo un porcentaje importante del talento que podríamos estar aprovechando. Hay otras áreas de estudio que están todavía peor, como la informática. No sé tampoco cómo han evolucionado. Y tenemos otros sitios donde los números son al revés, como la Enfermería. También allí hay algo que hacer, como digo, se pierde talento.. Pero para mí lo más difícil fue bregar con este negocio que ahora se ha implantado entre los medios que es el fomento de la indignación. Contar historias como esta que acaba de publicar ¿es la mejor manera de que el mensaje investigador y divulgativo cale?Eso depende, antes hice un cuento sobre la vida de Isaac Newton, el descubridor de la gravedad. Eso era más un cuento, y, por supuesto, eso hace que la gente se identifique con el personaje. Está hecho para que los niños y niñas que tienen dificultades sociales, eso se puede superar, como hizo Newton. Llegó a altísimas cotas de éxito aunque de pequeño era un poco raro. Este nuevo libro no está contado como una historia, es un compendio de posibles conocimientos.. Entre ser ingeniero, astronauta, político y escritor reciente, ¿qué es lo más difícil de todo, lo que más le ha costado?Cada cosa tiene su dificultad. Pero para mí lo más difícil fue bregar con este negocio que ahora se ha implantado entre los medios que no son medios de comunicación, que es el fomento de la indignación, gente que vive de eso. Y cuesta mucho adaptarse a bregar con esa gente que no tiene las mismas consideraciones morales que los demás.. Se deduce que habla, entonces, de la política.Eso es. Inventan lo que sea con tal de indignar a la gente. Entonces, esa gente clikea en sitios y el clikeo es el que les da el dinero. Esto, además, ahora crece. El descaro, la desfachatez con la cual todo esto se hace, consigue que cada vez haya menos gente que quiera dedicarse a manejar los asuntos públicos.. ¿Echa algo de menos aquella etapa de su vida?Tuve una epoca en la que se pudieron hacer reformas importantes, hacer grandes incrementos del presupuesto, que se duplicó para la ciencia y la innovación. Ahora es cuando está dando sus frutos, como siempre, 5 o 6 años más tarde: cuando se pone el dinero, se contrata gente… La economía no crece en el mismo momento, sino que tarda un tiempo en madurar. No es que lo eche de menos, si que alguna poca cosa me quedó por terminar. Pero entre el factor anterior y lo que pudimos mejorar, el resultado neto lo considero positivo. Lo que se quedó sin terminar, que se aprobó un año y medio después, porque estaba en borrador, se aprobó la ley de Ciencia. La nueva ministra, Diana Morant, lo ha llevado a cabo de una forma totalmente exitosa. Pero claro, uno quiere también salir en la foto (risas).. Tenemos dos españoles que volarán si no pasa nada: Pablo Álvarez y Sara García Alonso. ¿Lo podrán hacer en 2025?Eso es otra cosa que se me queda de positiva. Durante los años que estuve trabajé de forma estratégica, de manera que se produjera una selección de astronautas, lo primero, yo no estuviera haciendo tapón y lo segundo, que España hubiera hecho méritos como para que los españoles tuvieran igualdad de oportunidades. Y eso se consiguió, por ello, están Pablo y Sara allí. Pablo ya es funcionario de la Agencia Europea del Espacio, ha recibido toda la preparación que necesita y está a punto de que le puedan asignar cualquier misión en cualquier momento. Se introdujo una selección de astronautas de reserva, para proyectos, y está esperando que salga alguno particular, una misión que requiera sus conocimientos específicos. En su caso, son muy útiles para la ciencia en el espacio, como laboratorios biológicos.. Con los viajes de ricos al espacio se pagan sueldos de ingenieros, de técnicos… No hay que tener una actitud mística con ellos. El exministro Duque, ahora escritor.CEDIDA. ¿Qué opina de los viajes al espacio de millonarios? Uno tiene 3 millones de dólares y aunque no haya terminado el bachiller, se puede plantar allí.Con 3 millones de dólares no vas a ningún lado (risas). Con un millón largo, subes, bajas y estás un minuto. Todavía no llega a ser un viaje al espacio como nosotros lo conocemos. Lo que pienso es que siempre que habrá gente que crea que esto es indebido, pero así hemos empezado todos los desarrollos tecnológicos. Desgraciadamente, el mundo es así y el sistema es así. Primero se inventa una cosa, los primeros modelos son muy caros y solo los pueden comprar los ricos y luego, con ese dinero que pagan los ricos, se hacen mejoras para que puedan llegar poco a poco esas ventajas al resto de la población. Ahora todos viajamos en avión, pero hace unas cuantas décadas, no se podía, cuando mis padres eran jóvenes. Con el dinero que pagan los ricos, se pagan sueldos de ingenieros, de técnicos, se hacen proyectos de I+D. No hay que tener una actitud mística, que solo los iniciados con tonsura pueden ir al sitio.. Y el espacio, ¿lo extraña?Eso siempre, ya me gustaría a mí vivir en ingravidez y ver la tierra todos los días. No es nada cansado. Bueno, lo es porque para poder volver a la tierra tienes que hacer ejercicio dos horas al día, que no se te hagan fofos los músculos y los huesos, pero el resto, no. Se podría teletrabrajar, por ejemplo, desde allí.. . ¿Y mandaría a alguien para siempre al espacio? Antes se decía mandar a una isla desierta, pero ahora, dado el contexto…Hay gente que hace chascarrillos, con Elon Musk, porque él tiene la posibilidad. Pero no se debe desear mal a nadie. Hay quien es bastante prescindible en el mundo, pero no habría naves espaciales bastantes con esto del negocio de la indignación.. . ¿Qué consejos les dio a los niños que compraron su libro en la Feria, donde firmó ejemplares el sábado7 de junio?Lo de siempre: estudiar, dar rienda suelta a su curiosidad, preguntar lo que no entiendan a los maestros y hacer mucho ejercicio al aire libre y cuidar la salud. También tener grupos de amigos con los que crecer con la mente sana.. ¿Ha recorrido la Feria buscando algún libro en particular que no sea de ciencia?No fui con nada preconcebido. Me gustan los libros de fantasía, me encantó el libro El problema de los tres cuerpos, de Cixin Liu. Y Orbital, muy bien escrito por una mujer, de Samantha Harvey, que nunca ha ido al espacio. Yo siempre digo que no nos pregunten a nosotros todas las cosas del espacio, qué se siente místicamente, somos ingenieros. Hay que mandar a gente más de la rama de los escritores.