Si la muerte inesperada de un ser querido es terriblemente dolorosa para su entorno, el adiós voluntario es atroz, insoportable, imposible de asumir. La hermana pequeña de la periodista y escritora Mara Torres decidió terminar con su vida a los 33 años, en 2013. Cuando esto sucedió, su familia hacía en ese momento trágico vida normal: sus padres jugaban a las cartas en su casa a las afueras de Madrid, su hermana Eva recogía a su hijo en el colegio y Mara, la mayor, acababa de firmar un contrato de colaboración con una revista femenina. Mara Torres llevaba puesto ese día terrible un vestido verde, el mismo con el que once meses antes había recogido el finalista del premio Planeta por La vida imaginaria. La felicidad y la desgracia la ayudarían a comprobar que esa era una indumentaria simbólica, por cuanto siempre había estado asociada a instantes de bonanza, del mismo color de los ojos de Alicia, Aly, su hermana pequeña, rebosante de alegría, pero dueña de un desasosiego interior que no pudo dominar. Torres ha reunido, a sus 51 años, en su obra más conmovedora su testimonio personal y los escritos encontrados en casa de su hermana fallecida. Por eso, el libro Recuérdame bailando (Planeta) lleva dos nombres en su portada y es de color verde, como aquel vestido que Mara ya no tiene. La llena un retrato de Aly, con su alegría y también con esa mirada que contaba silenciosa que deseaba irse. Torres, amable, delicada y abierta como un cuaderno de páginas en blanco, ha relatado a 20minutos por qué este libro y cómo ha aprendido junto a los suyos a vivir sin Aly. Aunque para ellos, siga riendo y danzando todavía. Mara Torres, directora de El Faro, el intimista programa de las madrugadas de la SER, se asoma a un trabajo valiente, sincero, sin elocuencias, también de los que hurgan en las heridas. Una luz para quienes aún no se atreven a pronunciar la palabra suicidio sin que les tiemble la voz.. Muchos lectores consideran que he escrito un canto a la vida, que era una de mis intenciones. Pensé en firmar la novela con seudónimo, pero luego creí que de ese modo contribuía a participar en el silencio que rodea al suicidio. El libro de mi hermana nos ayudó a entender. Nuestra tristeza es no haberlo leído cuando estaba viva. Es importante que igual que sabemos cómo prevenir el cáncer, aprendamos sobre la depresión, que puede acabar en suicidio. Somos muy frágiles, pero el libro es también un canto a la vida, a la amistad y a la familia. Los amigos coinciden en que Aly era quien más felicidad transmitía, pero solo ella era consciente de que tenía algo sin ‘diagnosticar’. Somos la misma familia que antes de morir Aly. Nos gusta muchísimo hablar de ella porque es tenerla presente. Me rio y disfruto y soy plenamente feliz como lo es también mi familia y todas las personas que han perdido a un ser querido
La periodista hace un ejercicio de valentía en ‘Recuérdame bailando’ y reclama un lugar para la salud mental.
Si la muerte inesperada de un ser querido es terriblemente dolorosa para su entorno, el adiós voluntario es atroz, insoportable, imposible de asumir. La hermana pequeña de la periodista y escritora Mara Torres decidió terminar con su vida a los 33 años, en 2013. Cuando esto sucedió, su familia hacía en ese momento trágico vida normal: sus padres jugaban a las cartas en su casa a las afueras de Madrid, su hermana Eva recogía a su hijo en el colegio y Mara, la mayor, acababa de firmar un contrato de colaboración con una revista femenina. Mara Torres llevaba puesto ese día terrible un vestido verde, el mismo con el que once meses antes había recogido el finalista del premio Planeta por La vida imaginaria. La felicidad y la desgracia la ayudarían a comprobar que esa era una indumentaria simbólica, por cuanto siempre había estado asociada a instantes de bonanza, del mismo color de los ojos de Alicia, Aly, su hermana pequeña, rebosante de alegría, pero dueña de un desasosiego interior que no pudo dominar. Torres ha reunido, a sus 51 años, en su obra más conmovedora su testimonio personal y los escritos encontrados en casa de su hermana fallecida. Por eso, el libro Recuérdame bailando (Planeta) lleva dos nombres en su portada y es de color verde, como aquel vestido que Mara ya no tiene. La llena un retrato de Aly, con su alegría y también con esa mirada que contaba silenciosa que deseaba irse. Torres, amable, delicada y abierta como un cuaderno de páginas en blanco, ha relatado a 20minutos por qué este libro y cómo ha aprendido junto a los suyos a vivir sin Aly. Aunque para ellos, siga riendo y danzando todavía. Mara Torres, directora de El Faro, el intimista programa de las madrugadas de la SER, se asoma a un trabajo valiente, sincero, sin elocuencias, también de los que hurgan en las heridas. Una luz para quienes aún no se atreven a pronunciar la palabra suicidio sin que les tiemble la voz.. ¿De dónde sacó las fuerzas para escribir este libro?Cuando murió mi hermana empecé a documentarme sobre todo lo relacionado con el suicidio y lo primero que me impresionó fue la cifra de 4.000 muertes por suicido al año (por accidente de tráfico hay unos 700, por hacer una comparación) y también me sorprendía de que no se supiera nada sobre este tema, que la falta de información fuera prácticamente absoluta. Vi conferencias, leí documentación de la Sociedad Española de Psiquiatría, ponencias de psicólogos y terapeutas y todos coincidían en que el silencio informativo no ayudaba a romper con el tabú ni el estigma. Cuando leí los textos que había escrito mi hermana me di cuenta de que mucho de lo que ella escribía ponía realidad sobre la teoría que había estado leyendo y después de meditarlo durante mucho tiempo (me refiero a años), mi familia y yo decidimos publicar.. Muchos lectores consideran que he escrito un canto a la vida, que era una de mis intenciones. Su hermana pequeña murió poco después de que su libro La vida imaginaria quedara finalista del premio Planeta. De la cima al fondo de la cueva. ¿Esto es una enseñanza para seguir viviendo, saber que las cosas pueden cambiar en un ‘segundo’?Que las cosas pueden cambiar de un segundo para otro es una evidencia, como también que la única certeza es que vamos a morir, pero no podemos vivir pensando en eso. Hay que vivir con empatía, disfrutando de lo bueno que tenemos y cuidándonos los unos a los otros. Muchos lectores consideran la novela que he escrito un canto a la vida, que era una de las intenciones que tuve al escribirla.. Mara, con su libro.JORGE PARÍS. Pensé en firmar la novela con seudónimo, pero luego creí que de ese modo contribuía a participar en el silencio que rodea al suicidio. ¿Por qué decidió contar lo que le pasó a Aly tal como fue, dar su testimonio? Es usted novelista ¿no habría sido más ‘fácil’ hacerlo de una manera novelada? Dicen que para eso está la ficción, para enmascarar la tristeza y la verdad.. Recuérdame bailando es una novela, una novela real, pero novela, con dos personajes protagonistas, que consiguen que el lector se sumerja en su vida, en su contexto y en las circunstancias que rodean la trama. Durante años solo manejé la posibilidad de firmarla con seudónimo y el efecto en el lector sería el mismo, porque testamos la novela con lectores que no sabían quien la había escrito. Pero luego pensé que si no la firmaba, estaba participando en el silencio que ha rodeado siempre al suicidio y que yo estaba evidenciando en la novela, asi que finalmente, decidí firmarla. Como sabes, he sido muy discreta con mi vida privada y esto supone un nivel de exposición importante, pero por encima de nuestro pudor, en mi familia hemos considerado que quizá este libro pueda ayudar a alguien que se sienta como Aly o a las familias que han vivido una situación parecida.. El libro de mi hermana nos ayudó a entender. Nuestra tristeza es no haberlo leído cuando estaba viva. Los que se quedan, ¿tienen la impresión de haber hecho algo malo, insuficiente con la persona que ha decidido irse? ¿La tiene usted?El abismo que se abre al principio es brutal, por eso la novela tiene una parte tan triste. Y aparecen muchas preguntas, muchos ‘¿y si?’, pero mi hermana dejó escritas cartas llenas de cariño y agradecimiento (la palabra que más veces escribía y repetía en su vida era ‘Gracias’), y nosotros tenemos la particularidad de ser una familia que encontró el texto que mi hermana Aly dejó con sus pensamientos.. ¿Eran sus diarios?No son sus diarios (sus diarios estaban en cuadernos escritos a mano) sino un libro titulado Frente al espejo que acaba convertido en una búsqueda de sí misma, es una intimidad que quería mostrar, y está llena de pistas y factores de riesgo que muestran que no fue un impulso, ni una circunstancia, sino que ella sabía que algo le pasaba en su mente desde hacía un montón de tiempo (habla de una ‘neurona descontrolada’) que no le dejaba gestionar bien sus emociones ni su forma de enfrentarse a la vida. El libro de mi hermana fue muy importante para nosotros porque nos enseñó a ‘entender’. La tristeza profunda que tenemos es que nos hubiera gustado leer este libro antes, cuando ella estaba viva, pero –por el estigma y el tabú que rodea a todo lo relacionado con la salud mental- no nos lo dijo, pero sí lo dejó escrito. Hemos pensado que su texto -que nos podíamos habernos quedado solo nosotros – era importante compartirlo porque muestra un montón de pistas y factores de riesgo.. ‘Recuérdame bailando’ está editado por Planeta.JORGE PARÍS. Es importante que igual que sabemos cómo prevenir el cáncer, aprendamos sobre la depresión, que puede acabar en suicidio. ¿Por qué da tanto pánico escribir o pronunciar la palabra suicidio?Es un drama, qué duda cabe. Pero también lo es un accidente de tráfico, un infortunio o una enfermedad cruel. Los expertos coinciden en que un altísimo porcentaje está relacionado con la salud mental y es hora de asumir que la salud mental es tan importante como la salud física. Te puede matar, pero también hay posibilidad de prevenirla. Es muy importante que igual que sabemos cómo prevenir el cáncer o cuáles son las pistas de una enfermedad degenerativa, aprendamos lo mismo sobre la depresión o las patologías, que pueden acabar en suicidio.. Somos muy frágiles, pero el libro es también un canto a la vida, a la amistad y a la familia. El suyo no es un libro de autoayuda, pero sí facilita el entendimiento sobre lo frágiles que son los mecanismos que nos sostienen. ¿Es consciente de esa herramienta que ha manejado o pensaba solamente en aliviar su carga cuando lo escribió?He sido consciente de lo que puede hacer reflexionar el libro, porque, efectivamente somos muy frágiles, pero también es un canto a la vida, a la amistad y a la familia. De hecho, me conmueve mucho comprobar que tanto los lectores como los periodistas lo habéis entendido así.. Los amigos coinciden en que Aly era quien más felicidad transmitía, pero solo ella era consciente de que tenía algo sin ‘diagnosticar’. Si tuviera que aventurar, ¿cree que su hermana murió de amor, de desamor, de pena, de soledad, de incomprensión, de un exceso de deseo de vivir… o de nada de esto?. Aly era alegre, vital, divertida y un auténtico imán para la gente que la rodeaba, los amigos coinciden en que era la persona que más felicidad transmitía, sin embargo, solo Aly era consciente de que tenía algo que estaba «sin diagnosticar» y que la estaba hundiendo por dentro. Alguna patología relacionada con la salud mental Ella mismo sufría porque no entendía lo que la pasaba. Fue a terapia y seguía las pautas que le daba la psicóloga, porque era muy responsable, y durante ese tiempo ella se sintió mitigada. Tenía subrayados libros de autoayuda, se aferraba a todo lo que le hiciera quedarse en el mundo, pero lo que tenía, pudo con ella. No sabemos qué es, pero los psiquiatras que han leído coinciden en que seguramente tenía una fortísima depresión que ella misma escondía para no preocupar. Hoy en día hay más herramientas y, sobre todo, mas información sobre salud mental. Es importante el mensaje de que no están solos y no son los únicos, y es fundamental contarlo a la gente que te quiere y pedir ayuda profesional.. Mara Torres, con su vestido verde, el día que quedó finalista del Planeta, junto a Lorenzo Silva, ganador.Cedida. Ha recibido comentarios muy elogiosos por su valor al escribir este libro. También de autores consagrados como Gómez-Jurado y Alana S. Portero, por citar algunos. ¿Qué le han dicho sus padres, seguramente los lectores más importantes junto a su hermana Eva?Es libro lo publico porque mis padres y mi hermana Eva están de acuerdo en que quizá pueda ayudar a otras familias y personas que estén pasando algo parecido a lo de Aly. Por otra parte, a nosotros decir la verdad nos ayudó a compartir el duelo y a sentirnos profundamente queridos y respetados por toda la gente que quería Aly, que era muchísima. Todas las familias que perdemos un ser querido a destiempo, por cualquier circunstancia, necesitamos sentir cariño, respeto y amor ante la ausencia.. Somos la misma familia que antes de morir Aly. Nos gusta muchísimo hablar de ella porque es tenerla presente. Su familia ¿’descansa’ ahora mejor de tanto sufrimiento? ¿Esta desgracia les unió más, les ha hecho diferentes?Somos la misma familia. Y sentimos la ausencia de Aly exactamente igual que quien pierde a un ser querido cuando no corresponde. Nos gusta muchísimo hablar de ella, siempre lo hemos hecho, porque es tenerla presente de otro modo.. Mara Torres conduce ‘El Faro’ en la SER.ASOCIACIÓN DE LA PRENSA DE VALLA / EUROPA PRESS. ¿Cuántas personas que no sabían cómo murió Aly se han acercado a usted para decirle que les ha pasado lo mismo y que entienden su forma de narrarlo?Nosotros siempre lo hemos dicho, absolutamente todo nuestro entorno lo sabía, pero sí es verdad que me han escrito muchísimas personas, que al saberlo con la publicación del libro me han contado que les pasó lo mismo; un amigo, un hermano, un padre… Es la traducción real la alta tasa de muertes por suicidio que tenemos. La palabra que más se repite es ‘Gracias’. Gracias por hablar de este tema del que nadie hablaba. Por otra parte, los amigos de Aly me dan las gracias porque es como volver a escucharla, volver a tenerla con nosotros.. Me rio y disfruto y soy plenamente feliz como lo es también mi familia y todas las personas que han perdido a un ser querido. Cuando baila ¿recuerda a su hermana como les pidió? ¿O nunca más ha podido bailar?Sí que bailo, pero la que bailaba increíble era Aly. Y me rio y disfruto y soy plenamente feliz como lo es también mi familia y todas las personas que han perdido a un ser querido y aprenden a vivir teniéndoles presente de otra manera.. ¿Conserva todavía ese vestido verde, un símbolo de esperanza, que ha unido los puntos extremos de su propia historia?El otro día estuvimos viendo un vídeo de una fiesta que me hicieron mis hermanas por el premio de La vida imaginaria y también lo llevaba. Me encantaba ese vestido y me lo he puesto un montón de veces, sí. Creo que lo regalé el año pasado, pero es verdad que el verde era uno de los colores favoritos de Aly. Era el color de sus ojos, de la portada y de la esperanza, sí.