A pesar de sus estudios en Ingeniería de Caminos, la vida la llevó hacia otro destino al cual ella nunca dejó de aspirar. Por ello, Marina Aguirre, que siempre estuvo vinculada, en mayor o menor medida, a la literatura, llevó su deseo de ser escritora a término y este sueño se ha materializado recientemente en convertirse en la ganadora del Premio SM Gran Angular 2025.. La escritora burgalesa de 34 años ha sido distinguida por Hoy honramos a los vivos, libro juvenil que sigue la historia de Lesya, una joven de 17 años que vive sola en un país invadido y en conflicto y que decide evadirse de sus problemas publicando en redes sociales obituarios de las víctimas fallecidas en su ciudad.. El tiempo que pasamos usando el móvil, la burbuja en la que eso nos introduce, para bien y para mal, y la importancia de expresar en vida lo que queremos a la gente de nuestro alrededor son algunos de los mensajes de esta obra, que explora temas como la complicada etapa de la adolescencia, la salud mental o el bullying.
‘Hoy honramos a los vivos’ es el libro de la escritora burgalesa que se hizo con el galardón de literatura juvenil.
A pesar de sus estudios en Ingeniería de Caminos, la vida la llevó hacia otro destino al cual ella nunca dejó de aspirar. Por ello, Marina Aguirre, que siempre estuvo vinculada, en mayor o menor medida, a la literatura, llevó su deseo de ser escritora a término y este sueño se ha materializado recientemente en convertirse en la ganadora del Premio SM Gran Angular 2025.. La escritora burgalesa de 34 años ha sido distinguida por Hoy honramos a los vivos, libro juvenil que sigue la historia de Lesya, una joven de 17 años que vive sola en un país invadido y en conflicto y que decide evadirse de sus problemas publicando en redes sociales obituarios de las víctimas fallecidas en su ciudad.. El tiempo que pasamos usando el móvil, la burbuja en la que eso nos introduce, para bien y para mal, y la importancia de expresar en vida lo que queremos a la gente de nuestro alrededor son algunos de los mensajes de esta obra, que explora temas como la complicada etapa de la adolescencia, la salud mental o el bullying.. ¿Cómo fue el momento en el que la llamaron para decirle que había ganado?Muy emocionante. Pero me llamaron a mediodía y justo esa tarde tenía que ir al claustro de profesores, y claro, me dijeron que era secreto, así que tuve que ir a sentarme en una mesa de reuniones con veintitantos compañeros y poner cara de póker. Menos mal que nos pilló en una época de mucho ajetreo y pasó bastante desapercibido.. Estudió Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos. ¿Cómo llegó la literatura a su vida?. Yo siempre había querido escribir, desde pequeña. La verdad es que era un poco mi sueño. Yo soy de la generación de Laura Gallego (Memorias de Idhún), que la veía como muy cercana. Cuando yo tenía 15 años, ella tenía veintitantos, y yo decía ‘quiero hacer algo así’. Y luego te pones a estudiar y la carrera te absorbe. Pero siempre había mantenido la escritura, tuve un blog en su día, había seguido escribiendo cuentos cortos, con veintitantos me había presentado a los Premios de Arte Joven de Castilla y León y gané una vez. Pero ya en los últimos años me lo he ido tomando un poco más en serio.. Actualmente trabaja como profesora de Matemáticas. ¿Aprende de los jóvenes que la rodean en el instituto y lo plasma en sus libros?. Sí, definitivamente. Tanto cosas que veo, como cosas que ellos me cuentan, o simplemente las conversaciones que, cuando no estoy dando clase, puedo mantener con ellos. Así puedo ver las inquietudes, las cosas que les preocupan, incluso veo el tipo de historias que les gusta.. ¿Y sus alumnos son lectores de sus libros?. Tampoco es que diga mucho que soy escritora. Ahora sí que se ha enterado todo el mundo ya y alguno me ha dicho que me está leyendo.. En Hoy homenajeamos a los vivos, la protagonista se evade de sus problemas a través del teléfono… ¿Es algo que ha apreciado en la gente joven que le rodea?. En el libro, cada capítulo lo encabeza el tiempo de uso, que hace referencia al tiempo que la protagonista pasa en las redes. Y esa idea surgió de que tanto a mí como a otros adultos y jóvenes de mi alrededor nos ha sorprendido ver el tiempo de uso de nuestros teléfonos, que aparece en los ajustes del móvil. Vivimos que no tenemos tiempo para nada, pero un día cualquiera coges el teléfono y haces dos horas de uso, tres horas de uso… A casi todo el mundo le impacta. Y también quería reflejar que en redes hay mensajes muy buenos que pueden ayudar a jóvenes a encontrar gente con intereses comunes, con preocupaciones parecidas, pero muchas veces, tanto jóvenes como adultos, las usamos como vía de escape. Si, por ejemplo, tengo una situación complicada en casa, como el algoritmo de las redes te ofrece solamente lo que a ti te interesa ver, te metes en una burbuja donde no te afecta nada.. Entonces, el libro también lanza un mensaje sobre lo positivo que pueden ofrecer las redes.. Sí. Las redes se pueden usar para el bien en muchos aspectos, de hecho, es un poco el giro que tiene la protagonista en el libro, que quiere hacer un homenaje en redes. Yo creo que se pueden encontrar mensajes muy buenos: de fomento de la lectura, información sobre salud, incluso para hacer comunidad.. Lesya, la protagonista del libro, vive en un país en conflicto tras ser invadido. ¿Se ha inspirado en la guerra entre Rusia y Ucrania?. Sí, hay desde luego una inspiración. En el libro nunca se menciona ni el país, ni siquiera la ciudad en la que están es real, pero obviamente los nombres nos dan una idea de dónde están. Pero sí que quería que la historia tuviera validez en cualquier sitio. Al final, el conflicto está de fondo, pero muchas de las cosas que viven los protagonistas son de todos, como tener que decidir si quieres estudiar, qué quieres estudiar, qué quieres hacer con tu vida… Eso es común a todos, estén donde estén, pero para los personajes el nivel de presión y de ansiedad al que están sometidos es extremo.. Hoy homenajeamos a los vivos tiene distintos mensajes con los que el lector se puede identificar. ¿Considera que la literatura y la cultura en general es un buen canal para aprender sobre ciertos temas?. El hecho de ver personajes con los que te identificas, o personajes que son lo puesto a ti, te hace tener perspectiva de que alguien así puede existir. Ese tipo de cosas te ayudan a plantearte cosas sobre la vida, a veces te refuerzan o a veces te descolocan. Entonces hay temas que es importante que aparezcan, sobre todo en literatura joven, para que se puedan sentir identificados o por lo menos para que les revuelva un poco.. Como escritora de juvenil, ¿ha sentido los prejuicios de la gente que considera que esta es una literatura menor o de paso?Soy relativamente nueva en este mundo, así que a mí no me ha afectado. Yo sigo leyendo mucha literatura infantil y juvenil. Me parece que las buenas historias son como las películas de antes, las de ‘para todos los públicos’. Esto lo decía el otro día Ledicia Costas, la compañera que ha ganado el Barco de Vapor: antes veías una película de cine familiar, la disfrutaban los padres, la disfrutaban los hijos. Yo creo que hay literatura infantil y juvenil buenísima y, de hecho, me parece una pena la gente que tiene esos prejuicios porque se la pierde y la hay maravillosa. Y nos puede gustar también como adultos, la disfrutamos también, que hemos sido niños.. Tras ganar el Premio SM Gran Angular, ¿está trabajando en alguna otra novela?Tengo muchas ideas, probablemente demasiadas para mi propia salud, pero casi siempre tengo ideas dando vueltas. Lo que no tengo es todo el tiempo que querría para desarrollarlas. Ahora tengo una idea que tiene la música como parte protagonista, pero todavía estoy preparando el guion y no tengo aún tiempo de ponerme a escribirlo de seguido, porque que necesito cierta continuidad para poder desarrollar una novela. Como profesora, hay temporadas como las evaluaciones, el final de cada trimestre, que no me puedo poner a escribir porque pierdo el hilo.