Emilio de Justo se repuso de una dura voltereta y puso la raza y la verdad; Talavante, los efectos especiales; y Marco Pérez, que salió a hombros, la fuerza de la novedad como argumento; el encierro salmantino mereció un triunfo en serio Leer
Emilio de Justo se repuso de una dura voltereta y puso la raza y la verdad; Talavante, los efectos especiales; y Marco Pérez, que salió a hombros, la fuerza de la novedad como argumento; el encierro salmantino mereció un triunfo en serio Leer
La corrida de Puerto de San Lorenzo-La Ventana del Puerto dio mucho juego, con toros de nota que habrían merecido una tarde de triunfo en serio. La puerta grande de Marco no lo fue tanto. Una buena corrida que quedó formada mayoritariamente por toros del supuesto segundo hierro, que igual es mucho suponer a estas alturas. Un cinco a uno. Esto resultó llamativo, por inusual. También la exagerada diferencia de pesos: 108 kilos distaban entre el más liviano (491 kilos) y el más pesado (599 kilos). Alguno por encima del trapío de Santander, algún otro por debajo. La desigualdad conformó un conjunto con formato de escalera que se asentó en su segunda mitad. Que dio los toros más notables. Como los lidiados en cuarto y quinto lugar, los más entipados y equilibrados de trapío. Y un par de ellos más un peldaño por debajo en su nota. Y dos ciertamente malos. Emilio de Justo puso la raza y la verdad; Alejandro Talavante, los efectos especiales; y Marco Pérez, al final, la fuerza de la novedad.. A las 19.18 Emilio de Justo se perfilaba con la espada con un torancanazo de 599 kilos que no se había entregado nunca en la muleta, tan bruto. Ni estaba centrado en el momento del volapié. De Justo se tiró con rectitud de vela, con la honestidad que había marcado la faena. La cogida sucedió con la violencia, la fuerza y la altura inherentes a la bestia. Cayó muy mal entre las astas y las pezuñas el torero, que ya había enterrado la espada. Un fantasma de su lesión en el cuello se presentó de golpe como un frío en los huesos y las voces de los espectadores. Y más cuando EdJ se levantó y se agarró la cabeza. La sangre empezó a caer por su frente y el susto, aunque parezca contradictorio, empezó a ser menos. Una brecha producto de un pezuñazo se hacía mal menor. El emotivo momento derivó en un calambre en los tendidos, la gente en pie, entre gritos admirativos, cuando doblaba el toro, hacia el hombre que lo había tumbado. Se desató la pañolada y la oreja cayó en buena lid. La faena había sido de un peligro sordo, y no tan sordo, con el torazo de La Ventana del Puerto venciéndose una barbaridad, yendo de mentira, siempre fuerte y, ya digo, sin entrega. Rebañaba además en los pases de pecho con un resorte criminal. Tuvo mucho mérito todo. Desde que salió pegando pechugazos. Un trago.. A las 19.50 le entregaban a Marco Pérez una orejita no ya por contraste con el premio a Emilio de Justo, sino en sí misma. La diferencia venía ya marcada por el trapío de los animales que había despachado uno y otro, de una cosa tremebunda a algo inane. Reaparecía de la fisura de cadera que sufrió en Alicante y es posible que el recuerdo de su raza en la épica tarde de la feria de Santiago de 2024 como novillero ayudara. No hubo mucha desemejanza con la inexistente seriedad de la carita del único de Puerto de San Lorenzo, así de paletón. Se movió rajadote, sin estilo, más arrollando que por derecho, esquiva la franqueza, en una faena también muy movida. Recursos exteriores por todos sitios para encontrar toro. Enterró un espadazo y le entregaron un trofeo.. Durísima voltereta de Emilio de Justo en SantanderEfe. A las 20.13 se confirmó que Alejandro Talavante había sorteado el lote de la tarde, una vez enlotados, valga la redundancia, los dos por nombre Inspector. Bueno uno y mejor el otro, lidiado en cuarto lugar. Hace tiempo que he llegado a la conclusión de que Talavante ya no busca el toreo, sino el resultadismo. Y ciertamente le funciona. No había más que contemplar cómo se puso la plaza cuando enterró la espada -tendida y trasera- y con qué atronador empuje se pidieron las dos orejas que el presidente dejó en una. Una bronca fabulosa le cayó. AT no había acabado la primera serie de naturales, muy ligeros, cuando ya se enredaba en fruslerías y fuegos artificiales. Desde el principio de rodillas tuvo la plaza en la mano. Inspector contaba con un buen embroque y se soltaba mucho. Fue derivando la faena hacia los terrenos de toriles con un mayor acento en las series de derechazos; en la última con la zurda, de camino allí, el toro sintió la quiebra de la bravura y se metió por la ventana abierta, rajándose. Seguiría embistiendo en la misma puerta de chiqueros entre muletazos a favor de obra y las bernadinas pirotécnicas.. De los huecos del toreo de Alejandro Talavante también se podría haber escrito un tratado en la faena a su manejable primero: el modo de citar es un cante. Aquella noble condición sin la excelencia del ritmo, más generosa a derechas, valió para su neotauromaquia. Y, tras estocada contraria y una muerte lenta, quedó en nada.. Cuando a las 20.45 Emilio de Justo recogió la ovación última a su enrazada tarde, respiró con alivio. Cobró otro volteretón poniendo al quinto en el caballo, toro importante. Y eso, con siete centímetros de brecha en la cabeza, duele más. La bravura de Aclarado también desprendió su chispa y su jiribilla, y de ahí que todo lo que sacó EdJ contase con un peso emotivo de autenticidad. Fue una pena que un pinchazo hondo dejase el premio por el camino.. A las 21.05, Marco Pérez consiguió una oreja que significó la puerta grande con la bondad de un sexto que también sirvió. Fue sorprendente la concesión del premio tras un pinchazo y una estocada pescuecera. Talavante miraba al palco incrédulo. El toro había embestido en ese aire del primero de la tarde, fácil y bueno, sin romper mayores. Y Marco estuvo más asentado, digamos.. PLAZA DE CUATRO CAMINOS. Jueves, 24 de julio. Sexta de feria. Tres cuartos de entrada. Toros de La Ventana del Puerto y uno (3º) de Puerto de San Lorenzo; de muy desigual presentación, ganó en su segunda mitad; notables 4º y 5º; buenos 1º y 6º; malos 2º y 3º.. ALEJANDRO TALAVANTE, DE TABACO Y ORO. Estocada contraria y descabello. (petición leve y saludos); estocada tendida y trasera. Aviso (oreja con fuerte petición).. EMILIO DE JUSTO, DE FUCSIA Y ORO. Estocada (oreja); pinchazo hondo y descabello. Aviso (saludos).. MARCO PÉREZ, DE MALVA Y ORO. Estocada (oreja); pinchazo y estocada pescuecera (oreja). Salió a hombros.
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