Al cuidar de mis heridas presioné mis dedos contra tu mejilla amoratada, halo de luz, pigmento en el cielo oscuro. Corté la piel del higo con mis dientes caninos para alimentarte. Te ofrecí como tributo mi parte más cruda. Y las mañanas, oh, cuántas veces por la mañana dije que lo haría de nuevo, incluso si aquello significaba ser devorada. Qué salvaje fui al pensar…. Origen
Inéditos – Periódico de Poesía
Al cuidar de mis heridas presioné mis dedos contra tu mejilla amoratada, halo de luz, pigmento en el cielo oscuro. Corté la piel del higo con mis dientes caninos para alimentarte. Te ofrecí como tributo mi parte más cruda. Y las mañanas, oh, cuántas veces por la mañana dije que lo haría de nuevo, incluso si aquello significaba ser devorada. Qué salvaje fui al pensar…. Origen
Al cuidar de mis heridas presioné/ mis dedos contra tu mejilla/ amoratada, halo de luz, pigmento/ en el cielo oscuro. Corté la piel del/ higo con mis dientes caninos para/ alimentarte.