Ha realizado una propuesta a la familia Balañá por sus toros. Es un amigo cercano de Enrique Ponce y Javier Conde, además de ser el cuñado de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas.
Ha realizado una propuesta a la familia Balañá por sus toros. Es un amigo cercano de Enrique Ponce y Javier Conde, además de ser el cuñado de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas.
La reciente noticia sobre una oferta multimillonaria por las plazas de toros de Palma de Mallorca y Jerez, que pertenecen a la familia Balañá, conmocionó el ámbito taurino como un sismo el 4 de julio, justo al finalizar las fiestas de San Fermín. Un anuncio de la empresa Barlears Cambio de Tercio S. L. revelaba la iniciativa con la «intención de realizar una compra significativa para consolidarse como uno de los actores más relevantes en el ámbito taurino nacional» y «dirigir la evolución del sector». Palabras mayores… Balears Cambio de Tercio logró llevar de nuevo toros a Inca después de 32 años el pasado Domingo de Ramos, además de colgar el deseado cartel de «no hay billetes». Un proyecto inicialmente pensado para ser isleño o local, con el torero retirado Javier Conde como figura destacada, de repente se expandió a la Península. La cuestión era quién era el responsable del nuevo proyecto taurino, y la respuesta incluía un nombre específico: Francisco D’Agostino Casado, un multimillonario empresario hispano-venezolano que reside en Mallorca y se dedica a negocios inmobiliarios y financieros. Está casado con María Victoria Vargas, hermana de Margarita Vargas, lo que lo convierte en cuñado de Luis Alfonso de Borbón. Además de sus conexiones familiares, también está vinculado a él a través del Banco Occidental de Descuento, que pertenece a su suegro, Víctor Vargas. Recientemente se había destacado en los medios por haber ganado un litigio contra Manuel March, el nieto de Juan March, relacionado con la venta de Son Galderán, una elegante villa del siglo XIX en Valldemossa. Sin embargo, en lo que respecta al mundo taurino, que es el motivo por el cual Francisco D’Agostino se toma el tiempo de hablar con LOC, su trayectoria comienza mucho antes. Desde que su padre, Franco D’Agostino, un destacado empresario venezolano, forjó una estrecha amistad con Luis Miguel Dominguín en la Madrid de los años 60 a lo largo del tiempo. De hecho, Francisco tiene un buen sentido del humor al relatar su experiencia con su primera becerra en la finca La Virgen. Ríe al recordar cómo, tras su renuncia, le hicieron declarar públicamente su valentía en el centro de la plaza de tientas.
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